lunes, 3 de septiembre de 2012

Salario mínimo en Argentina: La primavera no termina de llegar

No es extraño que en todo el país y todos los días se multipliquen los conflictos sociales, aún de manera desarticulada
La noche del 28 de agosto, congregados en el Consejo del Salario, el gobierno de Cristina Fernández, empresariado y sindicalistas amigos de los inquilinos de la Casa Rosada acordaron el salario mínimo, vital y móvil en dos tramos: el reajuste de un 16 % a partir del 1 de septiembre y otro desde febrero de 2013 de un 8 %. En cifras, el primer aumento dejará el sueldo mínimo en 2.670 pesos y el siguiente en 2.875. Resulta tan opaco el guarismo inflacionario (alrededor de un 30 %) que es inútil traducir los números a dólares.
Lo cierto es que el arriendo de una vivienda de dos ambientes promedio en Buenos Aires cuesta más de 2 mil pesos al mes y la canasta alimenticia familiar, de acuerdo a la Universidad de Buenos Aires, raya los 5 mil pesos. Las expectativas económicas del capitalismo argentino se sustentan sobre el precio de la soja en las grandes bolsas mundiales, y ya convergen las opiniones que aseguran la tendencia hacia fines de 2012 de un grave contexto de decrecimiento económico combinado con una inflación que no se detiene. Por ello no es extraño que en todo el país y todos los días se multipliquen los conflictos sociales, aún de manera desarticulada.
Sin embargo, el movimiento real que pugna conciente o inconcientemente contra los intereses del capital transnacionalizado y de hegemonía financiera, se expresa en las luchas salariales, contra los nocivos efectos de la megaminería y la represión frente a las demandas territoriales, políticas y culturales de los pueblos indígenas. Otro alarmante ámbito -además de la industria de la trata de personas, la prostitución infantil, el narcotráfico, la servidumbre laboral, el vicariato sindical, entre muchos- tiene que ver con un territorio patriarcal, donde las relaciones de poder que subyacen en una sociedad de clases cada vez más polarizada, mata mujeres y menores a diario.



neomilitancias / clics postmodernos / las divisas kirchneristas
Alejandro Bercovich
Creer o reventar es la consigna desde que la nueva guardia de funcionarios tomó las riendas de la economía, en plena crisis global. Se agradece que el cacareo de los economistas siga en mute, pero no la ausencia de un debate social sobre lo que vendrá. Una lectura crítica de las encrucijadas políticas del presente y una interpelación a La Cámpora.

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