jueves, 19 de junio de 2014

¿Democracia y libertad, con supervisión, precauciones y censura previa?

María Grande, 17 de junio de 2014.-

Al Sr. Secretario General
AGMER María Grande
Prof. Mauricio Castaldo
Presente

Me dirijo a usted, y por su intermedio ante quien corresponda, a los fines de hacerle tomar conocimiento de una situación considerada ilógica y anormal acontecida en la Escuela Secundaria de Adultos N1 42 “Prof. Julio C. Pedrazzoli” de esta localidad, donde soy docente.

Aproximadamente un mes antes de conmemorarse el 25 de mayo, las Instituciones de la ciudad fueron convocadas por la Comisión de cultura a los fines de solicitarles a cada Escuela, la presentación de un número alusivo para el acto central, que se llevaría a cabo en la fecha antes mencionada. 

La Sra. Directora, Patricia Taborda, me solicita especialmente dijera las palabras, a lo que le respondí si me dejaba pensarlo unos días, porque en esos momentos estaba complicado; preguntándole entonces al Prof. Gustavo Vázquez, sobre el mismo tema, contestando este que no tendría inconveniente de leerlas si otro las redactaba, a lo que la Directora contestó que quien las hacía las leía. En una reunión en los días siguientes, le respondí que me haría cargo de las mismas.

Con toda responsabilidad, como siempre actúo, redacté las palabras, tratando llegaran y atraparan a los presentes, habiendo sido previamente leídas, releídas y corregidas a medida que nuevas ideas iban surgiendo, a fin de dejar bien sentado el nombre de la Institución a la que pertenezco y quiero.

El día jueves 22, sentí dolor de garganta, y para preservar mi salud, ante la proximidad del acto, mandé trabajos a mis alumnos. La Sra. Directora me envía un mensaje de texto, diciendo que no había mandado las palabras, a lo que respondí, que se quedara tranquila, que no consideraba necesario revisarlas, que ya estaba todo hecho, a lo que me responde: “como q no es necesario representas a la institución y x supuesto q me preocupó. 1 copia queda acá también” (sic.).

Recuerdo me encontraba en cama por prescripción médica, evitando engriparme y tratando de reponerme bien, para cumplir con la obligación contraída. No respondí en forma negativa como expresa la Directora.

La Señora estaba preocupada por las palabras, como lo expresa en la nota, donde dice: “me sentí preocupada por la proximidad de la fecha, temiendo mi enfermedad continuara”… pero no se preocupó por mi salud, ya que en ningún momento me preguntó como estaba y si iba a poder decir las palabras. Nunca me mandó un mensaje ni habó por teléfono.

El día 24 alrededor de las 18 horas se apersonó a mi domicilio manifestándome que quedaba relevado de decir las palabras porque no se las había pasado para revisarlas y que su decisión era apoyada por la Supervisora, lo cual me resultó muy extraño; más aún cuando nunca fue una condición la revisación previa de un discurso.

Actuó con autoritarismo y en forma arbitraria, no me preguntó como me sentía, no buscó palabras conciliatorias, no dialogó, sino impuso una actitud de soberbia, sin pensar que justamente el personal directivo debe hacer uso del hermoso don de la palabra que poseemos las personas a fin de conservar las buenas relaciones humanas.

Habiéndome manifestado que no era necesario que me presentara al acto, le solicité me pasara por escrito dicha decisión, y ante la falta de respuesta, lo hice mediante nota de fecha 29/05, y ante su negativa lo volví a pedir en fecha 06/06 (se adjuntan fotocopias de las notas).

Que se me contestó con nota de fecha 10/06, donde expresa la Sra. Directora que llegado el día 24 y no teniendo novedades, lo que no es cierto, le solicitó a la Prof. Natalia Garnier redacte y lea las palabras en el acto del 25 de mayo.

Que la Prof. Garnier me comentó que el mismo día jueves 22 la Directora le encomendó dicha tarea, es decir que habiendo tomado ya la decisión, esperó hasta el sábado para comunicarme que estaba relevado de mi obligación.

En la Institución soy uno e los profesores con mayor antigüedad (más de 20 años) y la he representado con toda dedicación, responsabilidad y esmero, debiéndose tener en cuenta, todas las veces que he leído discursos o dicho palabras jamás fui objeto de reproches, muy por el contrario.

La actitud autoritaria, demagógica y discriminatoria de la Directora no puede quedar impune, no es un buen ejemplo, por lo cual solicito al gremio tome cartas en este asunto y se proceda en consecuencia.

Queda a disposición, el teléfono celular del suscripto donde constan los mensajes de texto mencionados, los originales de las notas de ser necesario para la determinación de la verdad de los hechos.

Atentamente:


Prof. Amílcar A. UZMAN

DNI Nº 16.799.316
Delegado gremial Agmer
Escuela de Comercio, nocturna, de María Grande

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