La lucha docente en María Grande y en Entre Ríos ha dado muestras de una unidad y una coherencia ejemplares. Venimos luchando desde hace mucho tiempo -y sin mirar el color del gobierno de turno- por la valoración del trabajo educativo, por condiciones dignas de enseñanza y aprendizaje, y por cuestiones que han adquirido cada vez más importancia social y pedagógica, como los comedores escolares. Hace pocos días, AGMER Paraná denunció públicamente casos de desnutrición en escuelas de nuestra capital y volvió a exigirle al gobierno provincial que aumente las partidas presupuestarias para los comedores de dos pesos por alumno a ocho pesos. Lamentablemente, este gobierno provincial envía ese mismo monto, insignificante e inaceptable, desde el 2008: nosotros no dudamos en denunciarlo como una violación más a los derechos humanos en Entre Ríos y Argentina. La Asamblea de la Escuela Tabaré, también del departamento Paraná, ha tenido que suspender las clases ante la contaminación por agroquímicos de varios de sus alumnos, sus docentes y su personal.
La lucha docente es una lucha por el cambio de políticas económicas, sociales, educativas y culturales para hacer, democráticamente y entre todos, una sociedad mejor. Y no hemos dudado nunca en acompañar a otros trabajadores en sus luchas, tanto en María Grande, como en la provincia y más allá de ella también. Hace poco tiempo, por ejemplo, acompañamos desde la militancia docente y desde nuestra central sindical, la CTA Paraná (Central de Trabajadores Argentinos), la protesta y el corte de calles frente al Diario UNO a causa del injusto despido de una compañera del gremio de prensa que cometió el “delito” de afirmar su libertad de pensamiento y su independencia de trabajo frente a todos los intereses y manipulaciones que desarrolla el poder político.
Esa compañera es un ejemplo de trabajo periodístico sin ataduras políticas ni monetarias: estuvo con nosotros participando en una asamblea en la calle, que es el lugar de encuentro y de lucha de los que viven de su trabajo y de los que no le ponen precio a sus derechos.
Creemos que en la unidad de los trabajadores hay una clave de lucha por la realización de los derechos de todos y por el cambio social. Nadie le ha podido demostrar a la clase trabajadora lo contrario, desde el Primero de Mayo de 1886 hasta hoy, y antes tampoco.
Los trabajadores docentes, a través de nuestros representantes gremiales, estamos en este momento en una negociación paritaria con el gobierno de la provincia. Este gobierno tiene muchas e importantes deudas con los docentes entrerrianos y con las escuelas públicas: esperamos que, de una vez, los funcionarios den algunas respuestas reales, constructivas y democráticas a los planteos de los trabajadores. De lo contrario, ya se sabe que los malos gestos políticos y los ataques a los docentes no hacen otra cosa que agravar el conflicto. La educación pública se construyó, se construye y se construirá con los docentes y no contra ellos: éste gobierno ha sido el único que no ha devuelto los descuentos y que ha atacado ilegal e ilegimamente nuestro derecho de huelga, y debe responder por eso.
Este gobierno ha ofrecido, como segundo tramo del aumento, unos inaceptables cuarenta pesos, y en negro, para después de julio, y esa “oferta” desde ya debe ser mejorada. Todo lo que proponga el gobierno ahora y/o más adelante será discutido en nuestras asambleas y en nuestros congresos: la democracia sindical que practicamos en AGMER es un ejemplo de partipación y protagonismo de los trabajadores en las decisiones de lucha. Tantos las asambleas en lugares de trabajo, como otras instancias de debate y de lucha, son parte del derecho de huelga y de protesta de los trabajadores para mejorar sus condiciones de trabajo. Y mejorar las escuelas y la educación es una lucha de los docentes y de todos.
Obviamente que desconocer el derecho al debate en asamblea o el derecho a huelga es no solamente desconocer la legalidad existente y darle la espalda al desarrollo y la profundización de la democracia, si no además ponerse claramente en contra de la posibilidad de mejorar la valoración del trabajo docente, de aumentar las partidas de los comedores, y de conquistar un mayor presupuesto para la educación pública, que tanto lo necesita.
Las escuelas no pueden ser galpones o guarderías. Tenemos que pelear todos por más y mejor educación, junto con la pelea por más y mejor trabajo, salarios, dignidad y derechos para todos los trabajadores y el pueblo. Porque la educación sola no va a liberar al pueblo si no cambian y mejoran también las políticas económicas y sociales: tenemos el derecho democrático de discutir, proponer y desarrollar ideas alternativas en todos los órdenes para lograr, paso a paso, el cambio social.
Está visto que habrá más derechos con más organización, más debate, más democracia desde abajo y más lucha, si no, las cosas pueden empeorar. Las urgencias y los derechos no pueden ir detrás de lógicas partidarias y electorales, que ya bastante dejan que desear.
Necesitamos más debate democrático y más formación. En AGMER, desde nuestra central provincial, desde la Seccional Paraná y desde la Filial María Grande ya hay varias iniciativas y proyectos en marcha para seguir capacitando a los docentes en distintos temas: la lucha por más y mejor educación hace que desde el gremio hagamos cosas que los gobiernos nunca han hecho por la soberanía pedagógica entrerriana y por la descolonización educativa, curricular y cultural.
Habrá asambleas, habrá debate y habrá lucha: nunca bajaremos los brazos porque no entregaremos nunca nuestros derechos y no entregaremos nunca la pelea por una mejor escuela pública para todos, y por el cambio social. Desde ya que agradecemos a aquellos padres y familiares que nos han ofrecido su solidaridad, su compromiso y que plantean movilizarse con nosotros en la lucha, como ya lo han hecho otras veces.
Habrá mejor educación con docentes mejores pagados, con más tranquilidad para actualizarse y planificar, con más presupuesto para la educación y con una real y justa distribución social de la riqueza y las oportunidades. Ya hay compañeros docentes, como algunos colectivos de base de la ciudad de Rosario en Santa Fe, que plantean que deberíamos estar discutiendo que el trabajo en un cargo docente sea reconocido por lo menos con el costo de la canasta familiar real, que hoy se encuentra entre $ 4.000 y $ 5.000, y que ningún trabajador necesita duplicar o triplicar el tiempo de trabajo para subsistir sino que necesitamos duplicar o triplicar el salario, para que nos demos cuenta de las discusiones que todavía tenemos pendientes entre los trabajadores y con el poder.
Nuestro gremio y nuestra central sindical propondrán los próximos pasos a seguir. En estos días, los trabajadores de la provincia de Santa Cruz fueron atacados por las patotas del poder, las mismas patotas que asesinaron a Mariano Ferreyra, y la misma lógica política que asesinó a Carlos Fuentealba. Nuestras bases ya reclaman planes de lucha nacionales por los derechos de todos, porque a las injusticias y a la impunidad hay que pararlas, porque solas o con operaciones de prensa no se paran.
Y en este marco, la CTA convoca a un paro nacional de todos los estatales y de todos sus gremios de base para el 8 de Junio. La jornada de lucha por los derechos de todos coincidirá con la nueva Marcha de los Chicos de Pueblo contra el crimen del hambre y coincidirá también con una marcha más de los compañeros jubilados que pelean desde hace tanto por jubilaciones dignas, y por el 82% móvil.
Con la misma unidad y fuerza con la que nos encontramos con los compañeros estatales en nuestro Frente de Trabajadores Entrerrianos de la CTA, tenemos que encontrarnos en la adhesión y la contundencia de la lucha.
Prof. Mauricio Castaldo
Secretario General de AGMER Filial María Grande y
Secretario de Derechos Humanos de CTA Paraná
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